domingo, 29 de julio de 2012

"Nunca midas la altura de una montaña sino hasta que corones su cima. Entonces verás cuan baja era" 

jueves, 26 de julio de 2012

miércoles, 25 de julio de 2012

Kubla Khan

En Xanadú se hizo construir 
Kubla Khan un fastuoso palacio: 
Allí donde el sagrado río Alfa discurría 
a través de grutas inconmensurables para el hombre 
hasta precipitarse en un mar sin sol. 
Así pues, diez millas de terreno fértil 
fueron cercadas de muros y torres: 
y surgieron jardines en los que brillaban sinuosos arroyos 
y donde crecían abundantes árboles del incienso; 
y había bosques tan viejos como las colinas 
rodeando los prados iluminados por el sol.

¡Mas, ved aquel romántico y profundo abismo abierto 
en el costado de la verde colina, bajo la sombra de los cedros! 
¡Qué lugar tan agreste! ¡El más sagrado y lleno de encantamientos 
que jamás fue visitado bajo la luna menguante 
por la mujer que clama por su demonio amante! 
Y de este abismo, bullendo en incesante remolino, 
como si la tierra respirara con ansioso jadeo, 
brotó al instante un poderoso manantial; 
y en medio de su repentino e intermitente impulso
enormes fragmentos de roca saltaban como el granizo
o como el trigo que se separa de la paja bajo los golpes del trillador; 
y en medio del incesante resonar de las rocas que danzaban en el aire, 
surgió a borbotones el sagrado río. 
Trazando laberínticos meandros, a lo largo de cinco millas 
discurría el sagrado río a través de bosques y valles, 
hasta llegar a las cavernas inconmensurables para el hombre 
y hundirse con estruendo en un océano sin vida: 
y, en medio de este estruendo, oyó Kubla a lo lejos 
las voces de sus antepasados que profetizaban la guerra.

La sombra del palacio deleitoso 
se reflejaba en medio de las olas, 
allí donde se oían los ritmos mezclados 
del manantial y los abismos.

Era una maravilla de peculiar diseño 
este palacio de deleites bañado por el sol sobre cavernas de hielo. 
De una jovencilla que llevaba un dulcémele 
tuve una vez una visión:
era una doncella abisinia, 
y tocaba su dulcémele 
mientras cantaba del monte Abora. 
Si fuera capaz de revivir en mí la música y 
la letra de su canción 
 me sentiría penetrado de tan profunda delicia, 
que, con música aguda y prolongada, 
sería capaz de construir en los aires el palacio, 
¡ese palacio soleado! ¡esas grutas de hielo! 
Y todos los que oyeran mi música los verían,
y gritarían todos: ¡Cuidado, cuidado! 
¡Mirad sus ojos centelleantes, su cabello desmelenado! 
Tejed tres veces en torno a él un círculo, 
y cerrad los ojos con terror sagrado, 
pues él se ha alimentado de ambrosía 
y ha bebido la leche del Paraíso.

domingo, 15 de julio de 2012

¿antidogma científico?

"¿Es dogmático favorecer la extensión del método científico a todos los campos del pensamiento y de la acción consciente? Planteamos la cuestión en términos de conducta. El dogmático vuelve sempiternamente a sus escrituras, sagradas o profanas, en búsqueda de la verdad; la realidad le quemaría los papeles en los que imagina que está enterrada la verdad: por esto elude el contacto con los hechos. En cambio, para el partidario de la filosofía científica todo es problemático: todo conocimiento fáctico es falible (pero perfectible), y aun las estructuras formales pueden reagruparse de maneras más económicas y racionales; más aún, el propio método de la ciencia será considerado por él como perfectible, como lo muestra la reciente incorporación de conceptos y técnicas estadísticas. Por consiguiente, el partidario del método científico no se apegará obstinadamente al saber, ni siquiera a los medios consagrados para adquirir conocimiento, sino que adoptará una actitud investigadora; se esforzará por aumentar y renovar sus contactos con los hechos y el almacén de las ideas mediante las cuales los hechos pueden entenderse, controlarse y a veces reproducirse.
No se conoce otro remedio eficaz contra la fosilización del dogma —religioso, político, filosófico o científico— que el método científico, porque es el único procedimiento que no pretende dar resultados definitivos. El creyente busca la paz en la aquiescencia; el investigador, en cambio, no encuentra paz fuera de la investigación y la disensión: está en continuo conflicto consigo mismo, puesto que la exigencia de buscar conocimiento verificable implica un continuo inventar, probar y criticar hipótesis. Afirmar y asentir es más fácil que probar y disentir; por esto hay más creyentes que sabios, y por esto, aunque el método científico es opuesto al dogma, ningún científico y ningún filósofo científico debieran tener la plena seguridad de que han evitado todo dogma.
De acuerdo con la filosofía científica, el peso de los enunciados —y por consiguiente su credibilidad y su eventual eficacia práctica— depende de su grado de sustentación y de confirmación. Si, como estimaba Demócrito, una sola demostración vale más que el reino de los persas, puede calcularse el valor del método científico en los tiempos modernos. Quienes lo ignoran íntegramente no pueden llamarse modernos; y quienes lo desdeñan se exponen a no ser veraces ni eficaces".


 Extraído de "La ciencia. Su método y su filosofía

jueves, 12 de julio de 2012

"El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar." 

domingo, 8 de julio de 2012

"Aún aquellos que son inmunes al mundo necesitan por un momento al menos, el contacto con el otro; o todo esta perdido." 

sábado, 7 de julio de 2012

Chau número tres

Te dejo 
con tu vida 
tu trabajo 
tu gente 
con tus puestas de sol 
y tus amaneceres. 

Sembrando tu confianza 
te dejo junto al mundo 
derrotando imposibles 
segura sin seguro. 

Te dejo frente al mar 
descifrándote sola 
sin mi pregunta a ciegas 
sin mi respuesta rota. 

 Te dejo sin mis dudas 
pobres y malheridas 
sin mis inmadureces 
sin mi veteranía. 

Pero tampoco creas 
a pie juntillas todo 
no creas nunca creas 
este falso abandono. 

Estaré donde
menos lo esperes 
por ejemplo 
en un árbol añoso 
de oscuros cabeceos. 

Estaré en un lejano 
horizonte sin horas 
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra. 

Estaré repartido 
en cuatro o cinco pibes 
de esos que vos mirás 
y enseguida te siguen. 

Y ojalá pueda estar 
de tu sueño en la red 
esperando tus ojos 
y mirándote.

miércoles, 4 de julio de 2012

un lector "leedor"

"...¿Es usted un buen lector? 
¿Qué es un buen lector?

Alguien que puede reflexionar sobre lo que lee, que obtiene algo, que lo puede transmitir… 

Había un crítico literario francés, Albert Thibaudet, que decía que había “lectores” y “leedores”. Entonces, Héctor, yo sería uno de los “leedores”, el que mantiene una relación intelectual con lo que lee, que puede cuestionar. Por supuesto, el libro me acompaña intelectualmente, es decir, que mi lectura no está estrictamente limitada a lo emocional. Sería eso, el lector limita su lectura a un conjunto de emociones: la comisión, la distracción, la risa..."




Revista Ñ - 04/07/2012

martes, 3 de julio de 2012

el irreversible conocimiento del mundo interior

”Las cosas que vemos son las mismas cosas que llevamos en nosotros. No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque creen que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría”.

Extraído de "Demian" - Hermann Hesse

lunes, 2 de julio de 2012

Agradecimiento

"...Hombres han ido al cielo por cosas más pequeñas. Con ese espíritu, y con ese modo de amor, se arrodillaban los santos para besar los pies de los pobres o se inclinaban para besar al leproso en la mejilla. Jamás le he dicho una sola palabra sobre lo que hizo. Este es el momento en que no sé si sabe que reparé siquiera en su acción. No es una cosa que se pueda agradecer formalmente en lenguaje formal. La conservo en el tesoro de mi corazón. La guardo ahí como una deuda secreta que me alegra pensar que no podría pagar nunca. Está embalsamada y endulzada con la mirra y la caída de muchas lágrimas. Cuando la Sabiduría me ha sido no provechosa, y la Filosofía estéril, y los proverbios y frases de los que pretendían darme consuelo han sido como polvo y cenizas en mi boca, la memoria de aquel pequeño gesto humilde y silencioso de Amor ha abierto para mí todos los pozos de la piedad, ha hecho al desierto florecer como una rosa, y me ha llevado de la amargura del exilio solitario a la armonía con el corazón herido, roto y grande del mundo. Cuando tú puedas comprender, no sólo lo hermoso que fue el gesto de Robbie, sino por qué significó tanto para mí, y siempre significará tanto, entonces, quizá, te darás cuenta de cómo y con qué espíritu deberías haberme pedido permiso para dedicarme tus versos...."

Extraído de "De profundis" - Oscar Wilde